Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2010

EL LADRÓN DE ANTIGÜEDADES (Capítulo primero de la novela "Aurificios")

Imagen
Si dejo que la oscuridad permanezca abierta, robar será recuperar lo que me pertenece. La otra opción sería morir ahogado. Sólo la antigüedad debe ser mía; sólo a ella la comprendo, y sonrío sorprendido cuando se renueva, porque ha retornado con mi mirada. No tengo por qué llevarla conmigo, pues está aquí. El recuerdo que acarrea es el mismo que traería cualquier otra cosa mía. Por eso es vano embolsillarla. Las estelas se difunden y seguirán marcando el paso. Me adueño de todo sin que muchos lo noten. Aquello dejado por ahí, que tengo la suerte de bautizar, se hace mío. Cuando alguien olvida, desprecia o desentiende algo, lo hace relucir para mí y eso basta. Continúo la marcha. Sin acumular riquezas me apodero del olvido para recobrar mi habitación. Pienso en las minas, en el oro que se extrae de ellas. Veo el socavón y esa visión me persigue –está detrás de todo–, concediéndome un cuchillo para sacar oro de rincones inverosímiles. A ratos rasco desesperadamente el resplandor que quie