NerviO OculaR

El otro día me topé con el signo ortográfico "antilambda". Este paréntesis puntiagudo está compuesto por dos cifras: <   y > . Los paréntesis antilambda son abuelos de las actuales comillas. En la Edad Media tenían la función de diferenciar las citas bíblicas de los meros comentarios. En la actualidad es raro toparse con tal signo, que habiendo sido el contenedor de la escritura sagrada, ahora sirve para señalar lecturas dudosas de manuscritos dañados, textos apócrifos, llenando los vacíos del original con intuiciones. Teorema Cuando leí la palabra antilambda la desconocía. El primer truco que hizo mi mente para llenar ese vacío fue la palabra compuesta anti-lambada , que imaginé como el petroglifo de la danza brasilera lambada . El truco no convenció. Entonces imaginé una lambada bailada al revés (anti lambada) y luego una danza-al-revés nomás. En pocos segundos ese arquetípico baile en reversa tomó la forma de la danza del misterioso enano rojo de Pi

"No se trata de miedo. Se trata de imagen." Adi Zulkadry, The Act of Killing El Acto de Asesinar             A pesar de su estreno a mediados de 2012, el año 2013 fue el más importante para The Act of Killing , el documental dirigido por Joshua Oppenheimer (Texas, 1974), que tiene entre sus productores ejecutivos al cineasta alemán Werner Herzog. No sólo es uno de los sorpresivos nominados para el Oscar 2014 al Mejor Documental, sino que está en muchas de las listas top 10 de las películas más importantes del año recién terminado.             Su nominación al Oscar es sorpresiva por el carácter perturbador del documental y la acostumbrada comodidad de la Academia. La buena recepción del público y de la crítica señala la poderosa inquietud que genera la película. En The Act of Killing Anwar Congo y sus amigos recrean los violentos asesinatos que perpetraron en las masacres de 1965-66 en Indonesia, cuando fueron contratados por el régimen militar para eliminar "

            En general antes de emprender algo que implique esfuerzo, aunque sólo sea en la atención de mero espectador, retracta y fatiga al individuo no más que el simple considerar las infinitudes a que habrá de atreverse, con mayor razón en las reconcentraciones del pensamiento para comprender el sentido oculto de la escritura. (Arturo Borda)             El pulso de la sangre es un cántico sin voz ni léxico, un ritmo que, a pesar de ser lo que queda de un canto, es también su preludio, su antecedente, su música. Por tal motivo, cada vez que aparecen esas musicales y misteriosas palabras en las páginas de El Loco de Arturo Borda, suelen hacerlo al final de una “parte”, agarrándose de un canto que se va escapando.             El Loco, por su parte, menciona que le gusta beber el vino no por el vino, sino por la reminiscencia de la uva. La voz sería tal reminiscencia y su preludio el último sorbo en memoria del vino. La uva, por supuesto, es el canto triunfal. Esta dif