Introducción al juego de los retratos
a Pedro Ramos, otro amigo recogido en agosto Vidas y muertes En el último retrato de Vidas y muertes (Huayna Potosí, octubre de 1986), el pintoresco personaje Pedro L. Bustos — muy dado a meterse gratuitamente en honduras, de las que empero jamás acertaba a salir bien parado [175]— comparte un juego de su invención con Jaime Saenz: el juego de los retratos. El juego consiste en buscar la imagen oculta en un retrato, la cual se revela en aquel que mira; mas no en aquel a quien se mira [176]. En el relato, Saenz —después de sobresaltarse frente a un retrato del propio señor Bustos— queda iniciado en el juego. Desde entonces estrecha su amistad con Bustos y los retratos comienzan a ocupar su tiempo. Tanto así que Jaime se ve en conflictos por descuidar sus obligaciones y andar todo el tiempo con el juego de los retratos. Más adelante, la amistad con Bustos se va disolviendo a raíz de un comentario de este último sobre la f