Seis libros predilectos leídos en 2021

 


1. Obra completa, René Zavaleta Mercado



Los cuatro volúmenes de la obra completa de Zavaleta Mercado son ineludibles. De esta lista, será el único al que le dedicaré un párrafo. A los demás libros predilectos del año, los dejo solo con una cita.

Zavaleta Mercado es nombrado aquí y allá, y muchas veces su pensamiento parece instrumentalizado por quien lo cita. Por eso, cabe darse el gusto de leer su obra completa, una obra que estimula con su complejidad e inspira con su llamarada. Zavaleta siempre toca los mismos nervios: la creación de una clase social auténtica, la burguesía como una no-clase, el minero como sinécdoque de la clase obrera, el eterno retorno de una estructura señorial en la historia política de Bolivia, etcétera. Difícil conversar sobre la actitud de los bolivianos y su historia sin haber leído a este autor siempre vigente y al mismo tiempo desgastado por el cúmulo de fuentes secundarias. Por otro lado, leer sus obras completas nos hace conocerlo como periodista –tanto en crónica como en ataque partidista conspiratorio desde el matutino emenerrrista La Nación–, y esto da nuevos matices a su lectura marxista y sociopolítica de la Historia.
[Nota: Me eximo de comentar los cinco poemas incluidos en el segundo volumen del Tomo III].

«Arturo Crespo, frecuentador de oscuros lentes y compañero de viajes no menos oscuros, dijo en Oruro, en uno de los cincuenta viajes que hizo la Federación de Mineros en esta semana, que “Escóbar es intratable”. Esto parece por lo menos sorprendente en tratándose de comentarios entre peces de la misma Irupata pero la verdad está en todos y así la opinión convino en que, verdaderamente, Escóbar es intratable. Opina así también nada menos que el propio Comité Central del Partido Comunista y, en este caso, trasladando esto a una jerga más adecuada, habría que decir que Escóbar es universalmente lo que se llama un provocador».
[“El marxismo de cocina perdió su mejor huelga”, 29-8-63, La Calle]



2. Imágenes pese a todo. Memoria visual del Holocausto, Georges Didi-Huberman


«El infierno es una ficción jurídica inventada por la creencia religiosa, mientras que Auschwitz es una realidad antijurídica inventada por un delirio político-racial».
[sobre Kafka y Auschwitz: 74]

3. Gramáticas de la creación, George Steiner


«Los seres formados albergan el recuerdo, la posibilidad siempre presente de lo increado (lo “no nato”)». (137)

«Los medios de masas, el deseo ardiente de comunicarse de un modo establecido y recompensado socialmente, la manipulación del discurso para obtener el reconocimiento y el éxito, son un desperdicio espiritual irreparable. La comunicación con los otros es una función secundaria, sospechosa casi inevitablemente». (231)

4. L’origine de la danse, Pascal Quignard


«Podemos decir: hay espasmos, relámpagos, sacudidas, distenciones, desgarramientos.
    Extraños movimientos. Extrañas e-motio. Extrañas mudas. Extrañas mutatio. Extrañas tra-ductio.
    Las motio son las entelekheia. Los motus son los drama. Un potente movere físico precede a la vida. Una extraña fuerza habita ya el cielo, o estalla, precediendo a las mareas del mar, las tormentas en el cielo, los rayos que lo desgarran, las erupciones de lava, anticipando las pulsiones biológicas.
[“El punto de destrucción”: 122]

5. El llamo blanco, Jesús Urzagasti


«Un libro, ¿para qué? Tiene que ser un libro de atrás, de adelante, de arriba o de abajo, y que tenga un sentido perdurable; de lo contrario, será agregar un poco más de basura al mundo. Si en ese libro aún se introduce la presunción, tampoco servirá para nada. La luz, la noche, la solidaridad y la lejanía a la vez, todo ello debe ser un sostén. Demás está decir que su lenguaje obedecerá a nobles materiales, traídos de oscuras canteras. De lo contrario nada servirá».
[“el lenguaje es una traición”: 77]

6. La actualidad innombrable, Roberto Calasso


«Los secularistas puros, privados de cualquier filiación religiosa y poco inclinados a los caprichos espiritualistas, no pueden renunciar a la necesidad de sentirse buenos. Su ideal sería que algún biólogo neodarwinista demostrase que la sociedad, desde sus orígenes, se funda sobre el altruismo y la tolerancia. Por eso, ser buenos constituye una ventaja evolutiva, único criterio con el que puede medirse el bien. Cada año algún voluntarioso intenta, en vano, demostrarlo».
[“Turistas y terroristas”: 49]

Comentarios

Entradas populares de este blog

David Markson, la novela y la escritura fragmentaria

Butes y las sirenas (entorno a un libro de Pascal Quignard)

La obra de la mirada. En torno a La tridestilación de la ventana, de Jaime Taborga